Cómo cuidar tu calzado para mantenerlo en perfecto estado
El calzado es más que fundamental a la hora de lucir tu mejor aspecto y, desafortunadamente, estropearlo es más fácil de lo que imaginas.
El saber cómo cuidar tu calzado apropiadamente te permitirá lucir zapatos envidiablemente impecables. Asimismo, podrás vestirlos durante años sin arriesgar la elegancia, buen aspecto y comodidad que los caracteriza.
Y la mejor parte: puedes mantenerlos intachables sin invertir demasiado en productos de limpieza. Solo debes seguir los cuatro consejos que presentamos a continuación:
Evita mojar tus zapatos a toda costa
El agua es de los peores enemigos cuando se trata de calzado debido a que puede deteriorar el tejido de las suelas, dañar varios tipos de materiales e inutilizar el pegamento.
Ya que empaparlos puede ser inevitable, debes secarlos en cuanto sea posible. Preferiblemente, envolviéndolos y rellenándolos con papel periódico o poniéndolos frente a un ventilador.
Ten en cuenta que los únicos zapatos que pueden lavarse directamente en la lavadora son las alpargatas.
El secador de cabellos no es aconsejable ya que el calor que emite también puede dañar el pegamento de la suela.
Utiliza las cremas solo para el calzado de cuero
Algunos productos, tales como el cerraje y la crema de ante, pueden perjudicar tu calzado irremediablemente. Dichos productos funcionan a la perfección para el cuero, pero son dañinos para la tela y el caucho, entre otros materiales.
Cuando se trata de cómo cuidar tu calzado, debes chequear las indicaciones del fabricante cuidadosamente. Por otro lado, aleja tus zapatos de productos corrosivos como el cloro o el removedor. En su lugar, utiliza cepillos suaves, pañuelos secos o ligeramente humedecidos y jabón común.
Guarda tu calzado en el lugar correcto
Guarda tus zapatos en el closet, estante, zapatero o en su caja y siempre se verán como nuevos, incluso aunque pases meses sin usarlos.
Asegúrate de dejarlos en un espacio fresco, oscuro y libre de polvo. Del mismo modo, rellénalos con papel de periódico para que este se encargue de la humedad.
Por último, utiliza una plantilla especial para mantener la forma de tus modelos o cualquier objeto de relleno que se adapte a su forma.
Limpia las manchas en cuanto sea posible
Las manchas se hacen difíciles de remover apenas se secan, especialmente las ocasionadas por el aceite, la pintura y el barro. Por tanto, debes atacarlas en cuanto tengas oportunidad si deseas mantener tu calzado libre de imperfecciones.
¿Y cómo hacerlo?
El polvo de talco es la opción indiciada para manchas de aceite recientes. Cuando ya no están húmedas, debes usar removedores fuertes como el amoniaco y arriesgarte a dañar tus productos.
En cuanto a las de barro, debes usar un pañuelo seco antes de que se sequen. Si no consigues removerla y la mancha se seca, puedes usar un cepillo especial, un pañuelo seco y un limpiador.
Y en cuanto a la pintura, humedece un pedazo de algodón con acetona o removedor de esmalte para no dejar ni una gota de pintura.
Sigue estos cuatro consejos y tus zapatos permanecerán como nuevos durante años. Ahora, jamás tendrás que preocuparte sobre cómo cuidar tu calzado ni sacrificar tu presentación personal.